Homenaje a Oscar D'León.
Hombre alegre y con salero
de merengue, salsa y son,
estás en el corazón
del venezolano entero,
y en tu estilo eres primero,
querido Oscar Oscar D'León.
Músico venezolano
de carisma y simpatía,
en la hermosa tierra mía
todos te extienden la mano
con ese calor de hermano
desbordado de alegría.
¡Rikiti!, ¿Cómo? y ¡Sabroooso!
son palabras que te han dado
la gracia por cada lado
donde tú eres muy famoso,
y el afecto cariñoso
todo el pueblo te ha brindado.
Naciste el caurenta y tres
en el suelo caraqueño
que ha vivido cada sueño
con atención e interés,
y popularidad ves
lograda con todo empeño.
Tu bajo va de la mano
como inseparable amigo
que es un sonoro testigo
y que suenas muy ufano
porque siempre está contigo
tocándole a Gardeliano.
Talento de cantautor
te ha regalado el Señor,
y disfrutas con euforia
con éxito arrollador,
y tu gracia y tu valor
se han grabado en nuestra historia.
Una senda cristalina
emprendiste en la nación
y entre canción y canción
derrochando adrenalina
encumbraste en la ocasión
a La Dimensión Latina.
Tu repertorio es bonito,
bueno, alegre y exquisito,
que alegra el pecho y el seso
entre ritmo y embeleso
como El baile del Suavito
o también Consígueme eso.
Gozas lo que es el mamey
tan sabroso en El frutero
que con gracia y con esmero
sabe que tú eres su rey,
y el afecto es muy sincero
de Juancito Trucupey.
Hablar de la premiación
de tu tan triunfal carrera
es llenar la cartelera
de larga conversación,
y tu elección fue certera
en un Grammy anglosajón.
Hacerte esta poesía
me ha llenado de pasión
porque en la existencia mía
te sigo, y con emoción
pido a Dios que cada día
te otorgue su bendición.