Caballo Viejo querido,
tu pueblo no te da olvido
aunque el tiempo veloz pase,
y recuerda cada frase
que soltaste divertido
con el humor como base.
Nos dejaste tu tonada
doliente y aderezada
de una belleza infinita
por la sabana bonita
que quedó muy extrañada
por tu ausencia y con su cuita.
Tu cuatro, hermoso madero
siempre estaba de primero
en toda presentación,
y con riente corazón
todo llanto lastimero
se cambiaba en diversión.
Extrañamos, Tío Simón,
talento, carisma y son
que a tu público brindabas
y no había personas bravas
pues con tu presentación
a todo el mundo la alegrabas.
Tu recuerdo cada día
prosigue con alegría
y por él vamos en pos,
y agradecemos a Dios
por tu canto, poesía
y entusiasmo de tu voz.
Caballo Viejo querido,
tu pueblo no te da olvido
y siempre ha de recordar
lo sabroso y divertido
para cantar y contar.